El pasado sábado, Mónica Del Río, presidenta del club Cipolletti, vivió una situación alarmante al recibir una amenaza en su domicilio. Una persona vestida con ropa del club se le acercó y le entregó un sobre.

Al abrirlo, Del Río encontró una bolsa de nylon con seis balas y un mensaje que exigía su renuncia y la convocatoria a elecciones. El mensajero, quien afirmó haber recibido "10 lucas" por entregar el sobre, aseguró no tener ninguna relación con la amenaza.

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Tras el incidente, Del Río presentó una denuncia en la comisaría local. Como resultado, se implementaron rondines policiales alrededor de su casa, una medida que ha generado incomodidad y preocupación en su familia. Debido a esto, decidió no viajar a Bahía Blanca con el equipo, como tenía planeado.

Respecto a su futuro en el club, Del Río informó que está próxima una asamblea para la renovación de autoridades, cuya fecha se definirá esta semana. Aunque desea continuar en su cargo, también señaló que debe considerar la seguridad y bienestar de su familia antes de tomar una decisión definitiva.